sábado, 28 de junio de 2008

Viva La Vida: Parte II

Sabía que merecía pasar la mentada materia. Días más tarde, lo corroboré con una llamada y posteriormente viendo el 7 en la basura conocida como SIGUE. Fue entonces cuando por primera vez en mucho tiempo pude valorar (ahora veo que en una reducida proporción) el que podía lograr cualquier cosa que me propusiera, sin contemplar los factores en mi contra.

Llegó entonces Quinto Semestre. Me fue bastante placentero al principio, pero conforme transcurrían los primeros días me di cuenta de que la única razón por la cual me sentía realmente motivada a seguir eran mis amigos. Poco a poco fui restándole importancia y significado a la hazaña lograda con Cálculo II y, una vez más, regresaba a mi círculo vicioso...hasta que llegaron 2 profesores que abrieron totalmente mi panorama profesional y todo comenzó a tener sentido. Podía ver una clara relación entre las asignaturas, así como el contenido del temario de Sistemas Operativos II y el de Redes de Computadoras I me impulsaron a adentrarme como nunca antes lo había hecho. Fue esa bonanza la que me permitió recuperar el entusiasmo que creí perdido entre proyectos que no eran lo suficientemente demandantes, complejos o sencillamente interesantes.

En ese periodo fue cuando realmente comencé a disfrutar los días que pasaba sin dormir (bueno, siendo realista tal vez no en ese preciso instante) porque sabía que los programas que hacía eran útiles, tal vez no muy funcionales pero luchaba hasta donde el cuerpo me lo permitía con tal de que el trabajo que hacía me convenciera de que estaba progresando; al final del día vislumbraba lo que tenía qué hacer y aún sin muchas ideas de cómo hacerlo mi intención por lograrlo me mantenía en pie (ya no digo despierta porque, si soy sincera, los últimos días del semestre me sentía más como un zombie que como humano), lo cual antes me había sido imposible.

A partir de ese semestre mi carrera adquirió el rumbo y la importancia en mi vida que tanto había querido conseguir. Mi perspectiva cambió por completo, la diferencia que marcó ese semestre en cuanto a mi motivación por continuar fue crucial. No puedo dejar de agradecer a Norman, y no me cansaré de hacerlo. Su apoyo e ímpetu por contagiar o, en mi caso, despertar el interés en lo que hacíamos, dio pie a que me diera cuenta de que eso era justo lo que quería hacer. Él puso el cómo y los porqués de una forma que nadie más pudo hacerlo, y no podré retribuirle el efecto que sus palabras tuvieron (y tienen) así como su relevancia dentro de mi desarrollo profesional.

Pero como bien dicen, no todo es miel sobre hojuelas. Para mi desgracia (o fortuna, dependiendo de la perspectiva), menosprecié tanto otras materias al punto en el que ni siquiera consideré poder reprobar. Llegó el final del semestre, y junto con él se anunciaba el recuento de los daños: una materia no cursada, una adeudada y lo que quedaba del fantasma del Departamento de Básicas que me seguía como un lastre: Probabilidad y Estadística. Y con ello, el paso a Sexto Semestre se veía muy, muy lejos.




Continuará...


[El próximo capítulo es el final de temporada (digo, del post)]

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, cursaste SO II con Norman ¿cierto? sabia elección... ¿Redes?

Me interesa... voy a pasar a 5to.

Ojala me puedas responder